El proteccionismo cercena las posibilidades de la economía global
Para las empresas españolas el seguro de crédito es condición sine qua non para exportar y exportar bien
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¿Cuáles son las principales amenazas económicas de la actual década?
El principal problema es que hay un aumento del proteccionismo y del intervencionismo, que está cercenando las posibilidades de la economía global de crecer más y mejorar en comercio y cooperación. Ese es para mí el gran problema de la economía mundial ahora mismo. El segundo es que se está instaurando una política energética completamente desligada de la realidad, creada por personas que no saben de energía y que lo que hacen fundamentalmente es introducir mayores penalizaciones a los consumidores a costa de unos objetivos, que no cumplen tampoco, llevando a cabo políticas intervencionistas.
El Banco de España ha puesto en evidencia la debilidad económica de nuestro país ¿Por qué?
El Banco de España tiene como obligación reflejar la realidad y en España hay una situación muy complicada. La recuperación se queda todavía por detrás de los niveles del PIB de 2019, no se ha recuperado el valor añadido bruto del tejido empresarial de ese año ni las horas trabajadas en cuanto a empleos; y existen, además, importantes debilidades adicionales, como un déficit estructural de los más elevados de la Unión Europea, un nivel de endeudamiento que no se va a reducir significativamente hasta el 2025, y una inflación muy preocupante que llevaría a que en el período 2021-2025 los ciudadanos sufrieran una pérdida de poder adquisitivo por inflación cercana al 21%.
¿Qué debería cambiar en nuestro modelo productivo?
En España se habla mucho de modelo productivo, pero el problema no es ese, sino las trabas al crecimiento empresarial. Nuestro patrón de crecimiento no es una casualidad ni una decisión de los empresarios, sino una concatenación de enormes trabas burocráticas y fiscales a la actividad empresarial que cercenan el crecimiento de las empresas, su capacidad de fortalecerse y la atracción de inversión. Estamos todavía un 44,8% por debajo en inversión extranjera con respecto al 2018.
Entonces, ¿España no será un lugar atractivo para los inversores internacionales en 2023?
Es muy preocupante la complacencia con las cifras de inversión extranjera, que son muy malas para una economía con el potencial de la española. Lo es ahora, en 2023, pero también lo era antes. Recibimos una cantidad de inversión extranjera muy inferior al potencial que tiene nuestro país y, además, la inmensa mayoría de ella va a Madrid, más del 65%. Es una inversión que busca garantía, seguridad jurídica, y un entorno financiero y regulatorio estable y facilitador.
¿Qué capacidad tienen las empresas españolas para acometer con éxito su internacionalización?
Es necesario poner en valor la enorme capacidad de la economía española y de sus empresas para crecer vía exportaciones. Había una época en la que se decía que era imposible que España aumentase su porcentaje de exportación a los niveles de un país como Alemania, pero luego se ha demostrado que sí podíamos hacerlo y que aquí las cosas se pueden hacer muy bien. Pero hay un problema. En 2011 escribí un artículo en el Wall Street Journal en el que decía que la salida para España era la exportación. Y, efectivamente, hemos mejorado mucho en ese aspecto con respecto al conjunto del PIB. Pero si vemos cuánto exporta cada empresa española con respecto a sus ventas totales, resulta que es bastante poco. Aún se puede avanzar muchísimo en este ámbito porque la capacidad de fortalecer la demanda interna es muy limitada debido al aspecto demográfico, y a las trabas regulatoria, burocráticas y fiscales que antes comentaba.
¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de perturbación del riesgo de crédito?
Hemos hablado de la importancia de que las empresas españolas miren hacia el futuro y hacia el exterior. Y, debido a su pequeño tamaño y posición aún incipiente en cuanto a crecimiento fuera de nuestras fronteras, el seguro de crédito es para ellas no solo un factor esencial sino una condición sine qua non para exportar y exportar bien. En una economía en la que las empresas tienen que mirar más allá de su centro habitual de demanda y mejorar la capacidad de gestión, el seguro de crédito es tan necesario como el seguro de automóvil que contratamos cuando nos compramos un vehículo y queremos cubrir todos los riesgos en las mejores condiciones.
¿Cuáles son las reformas económicas más urgentes que necesita España en 2023?
Lo primero que hay que hacer es revertir las contrarreformas. En España hemos ido dando pasos hacia atrás, se han eliminado reformas esenciales y, además, se han puesto trabas adicionales. Tenemos que revertir las subidas de impuestos, y los aumentos de trabas burocráticas y de burocracia en general, que han sido espectaculares en los últimos tres años. Además, quedan pendientes tres importantísimas reformas. La primera es la de las pensiones, para hacerlas sostenibles, que tiene que venir de aumentar las bases imponibles atrayendo más inversión, no subiendo los impuestos. La segunda es la del mercado laboral. La que hizo el actual gobierno va en sentido contrario de las de la Unión Europea y los países líderes de nuestro entorno, porque aumenta la rigidez y empeora el potencial de creación de empleo y los costes de contratación. Y la tercera reforma es la de la administración, que aún no se ha abordado y es clave. Se tiene que llevar a cabo una reducción, en términos absolutos, del gasto político, que continúa siendo de los más elevados de la Unión Europea en cuanto a personal. Es muy peligroso ese aumento constante de gastos que siempre se escudan bajo la idea de que son pequeños, pero que van sumando y hacen a nuestras cuentas públicas insostenibles.
Fuente: creditoycaucion.es/-Javier Labiano
