Estrategia Financiera en el Contexto BANI
En el entorno incierto actual, existen varias directrices que pueden orientar a quienes son responsables del proceso de planificación en la empresa. En el mundo empresarial, es necesario tomar decisiones con antelación debido a su impacto significativo en la estructura económico-financiera de la empresa, su desarrollo futuro e incluso su supervivencia. Estas decisiones deben fundamentarse en una planificación financiera bien estructurada.
Planificar implica decidir hoy lo que haremos mañana, reduciendo la incertidumbre tanto como sea posible. Este desafío se amplifica en un entorno turbulento como el actual, caracterizado por el acrónimo BANI (por sus siglas en inglés): frágil, ansioso, no lineal e incomprensible. A pesar de esto, la necesidad de planificar sigue siendo crucial.
Tanto en grandes empresas como en pymes, la planificación es esencial. No obstante, en las pequeñas empresas, el proceso será menos complejo y deberá adaptarse a sus características específicas.
Directrices para la Planificación
Aunque es difícil establecer un modelo único de planificación aplicable a todas las empresas y circunstancias, es útil destacar algunas pautas generales que pueden guiar a los responsables en este proceso:
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- Objetivos Claros: Es fundamental que la dirección de la empresa establezca objetivos claros. Solo con metas bien definidas se podrá elaborar un plan financiero adecuado.
- Recursos Suficientes: Es crucial que la dirección se involucre en el proceso de planificación, proporcionando los recursos necesarios para su implementación. Estos recursos no solo deben ser financieros, sino también incluir flujo de información, recursos humanos y organizativos.
- Integración de Áreas: Todos los departamentos de la empresa deben participar en el proceso de planificación y suministrar las variables necesarias para construir el modelo y obtener las previsiones.
- Mentalidad Financiera: Al planificar, es necesario priorizar la mentalidad financiera sobre la contable. Aunque los estados contables suelen ser el punto de partida de los presupuestos, en el ámbito presupuestario es necesario operar con una perspectiva financiera, lo que puede requerir la modificación de algunos criterios contables.
- Flexibilidad: Es necesario adoptar criterios flexibles que permitan modificaciones en función de la evolución de los datos reales frente a las previsiones. Los presupuestos no deben ser rígidos, sino ajustables según las circunstancias lo requieran.
A pesar de que el entorno actual hace que planificar el futuro parezca complicado, el proceso descrito es más necesario que nunca. Es probable que tengamos que trabajar con una perspectiva más a corto plazo debido a la dificultad de prever más allá, y realizar un control permanente de la evolución de las previsiones y su contraste con los datos reales, es decir, llevar a cabo un adecuado control presupuestario.
Fuente: GestyFor