Robots humanoides: de la ciencia ficción al trabajo real en fábricas, hogares y ciudades

El avance de la robótica humanoide está dejando de ser ciencia ficción para convertirse en una realidad con aplicaciones cada vez más palpables. Aunque todavía queda mucho margen de mejora, ya se habla de usos comerciales e industriales en el corto plazo.

Hace apenas unos años sorprendía la aparición de robots cuadrúpedos con gran naturalidad en sus movimientos. Hoy, en muy poco tiempo, se han visto superados por androides bípedos capaces de realizar acrobacias, tareas de fuerza y acciones de precisión que antes parecían imposibles. La evolución es tan rápida que se ha convertido en una carrera tecnológica global, en la que destacan modelos accesibles en torno a los 25.000 euros o prototipos capaces de moverse en terrenos abruptos gracias a nuevas fuentes de energía.

El motor de este progreso no está solo en el diseño mecánico, sino en la convergencia de tecnologías exponenciales. La combinación de inteligencia artificial, aprendizaje automático, sensores avanzados y mecatrónica permite que los humanoides interpreten su entorno y tomen decisiones de forma autónoma. Motores eléctricos más precisos en las articulaciones han hecho posible un nivel sorprendente de agilidad, estabilidad y sutileza en sus movimientos.

El impulso económico también juega un papel clave. La fuerte inversión pública y privada ha multiplicado los lanzamientos de modelos en los últimos dos años, con otros tantos en fase de pruebas.

¿Para qué sirven los robots humanoides?

La lista de usos no deja de crecer. Su motricidad bípeda los hace aptos para entornos que hasta ahora quedaban fuera del alcance de otros robots. Ya se desarrollan o comercializan versiones para:

  • Logística en almacenes

  • Montaje en fábricas

  • Construcción y obras

  • Atención al cliente

  • Vigilancia en entornos peligrosos

  • Cuidado de pacientes y asistencia doméstica (cocinar, planchar, acompañar)

Aunque hoy actúan como cobots que colaboran con humanos, la incorporación de inteligencia artificial generativa abre la puerta a funciones más autónomas. Se proyecta que hacia 2050 podrán asumir prácticamente cualquier tarea, desde apoyo terapéutico hasta compañía en el hogar.

Perspectiva de mercado

El crecimiento estimado refleja el potencial del sector: de 2.400 millones de dólares en 2023 podría pasar a cifras que rondan los 66.000 millones en 2032, aunque otros análisis más conservadores lo sitúan en 38.000 millones para 2035.

Los costes de producción se reducen gracias a componentes más asequibles, aunque todavía hablamos de precios elevados que los acercan sobre todo a grandes corporaciones. De ahí que surjan modelos de Robot as a Service (RaaS), una fórmula de suscripción que puede acelerar la adopción.

Mientras tanto, el mercado global sigue una doble estrategia: países que lideran la ingeniería más sofisticada y otros que buscan la escala industrial con modelos más económicos, orientados a exportación y consumo interno. En estos últimos casos, ya se aplican en seguridad, fábricas y atención geriátrica, un campo cada vez más crítico por el envejecimiento poblacional.

Lo que hace unos años parecía propio de la ficción está a punto de transformar nuestra vida diaria, el empleo y la economía.

2025/09/09-®Fuente: GestyFor

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