El valor del enfado en la transformación social: una responsabilidad colectiva
El enfado, una emoción frecuentemente incomprendida, tiene una relevancia profunda en la dinámica social. En GestyFor, entendemos que esta emoción puede ser mucho más que una respuesta impulsiva o irracional. Cuando es bien gestionado, el enfado se convierte en un motor de cambio social. Tal como lo señalaba Aristóteles, la clave está en enfadarse con la persona adecuada, en el grado justo y en el momento oportuno. Sin embargo, en el contexto actual, esta idea toma una dimensión aún más relevante.
El enfado, lejos de ser algo meramente personal, se ha convertido en una herramienta fundamental para enfrentar injusticias que persisten en nuestra sociedad. En GestyFor, entendemos que la formación continua es crucial para que las personas puedan desarrollar una capacidad crítica ante estas situaciones. Los ejemplos recientes, como el movimiento MeToo o la dimisión de figuras de poder como Luis Rubiales, son manifestaciones de cómo el enojo colectivo puede derrumbar estructuras “potentes” y abrir debates sobre derechos y equidad. Este tipo de movilizaciones nos recuerda que el propósito del enfado no es solo la catarsis, sino la denuncia, la transformación y la mejora social.
Un ejemplo contundente de la falta de reacción ante las atrocidades es la situación que viven las mujeres en Afganistán. Las mujeres afganas, bajo el régimen talibán, no solo han perdido su derecho a la educación y al trabajo, sino que ahora también se les ha prohibido hablar en público. La comunidad internacional, que tantas veces ha mostrado su capacidad de movilización ante conflictos geopolíticos o económicos, parece mirar hacia otro lado cuando se trata de los derechos humanos de las mujeres. Esta apatía es alarmante, especialmente si consideramos que esta forma de opresión extrema no solo vulnera a las mujeres afganas, sino que también amenaza el progreso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El enfado, en este contexto, no es solo una emoción válida, sino necesaria. En GestyFor, promovemos una formación que no solo capacite técnicamente, sino que también despierte una conciencia crítica y una capacidad de acción ante las injusticias. Sabemos que la formación continua en GestyFor es clave para dotar a las personas de las herramientas necesarias para cuestionar y cambiar realidades que atentan contra la dignidad humana.
Es esencial que no caigamos en la comodidad del “buenismo” o en la indiferencia que nos proporcionan las redes sociales y la sobreabundancia de información. Como decía Stéphane Hessel en su famoso grito de lucha, ¡indignaos! Esta indignación no debe quedarse en palabras vacías o en declaraciones superficiales, sino que debe impulsarnos a actuar. No basta con señalar las injusticias, debemos movilizarnos activamente para cambiarlas.
En resumen, el enfado es una emoción que, cuando se canaliza de manera adecuada, se convierte en una fuerza transformadora. Es una energía que nos alerta y nos incita a la acción, un acto de responsabilidad social que no debe ser menospreciado. En GestyFor, creemos que una formación continua es esencial para que las personas puedan enfrentar y transformar las realidades injustas. Solo a través de la acción colectiva, informada y decidida, podremos construir una sociedad más justa y equitativa.
15/09/2024®Fuente: GestyFor